
La antigua Babilonia fue una de las civilizaciones más influyentes del mundo antiguo. Ubicada en la fértil región de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, esta poderosa ciudad alcanzó su máximo esplendor bajo el reinado de Hammurabi (siglo XVIII a.C.) y más tarde con Nabucodonosor II (siglo VI a.C.). Sin embargo, más allá de su poder militar y avances en arquitectura, derecho y astronomía, Babilonia fue también un centro espiritual de gran importancia. Su religión, basada en un panteón de dioses encabezados por Marduk, influyó en muchas culturas posteriores.
El Panteón Babilónico. Dioses Y Mitos.
La religión babilónica derivaba en gran medida de la tradición sumeria y acadia, pero con el tiempo, los babilonios desarrollaron su propio panteón y mitología. La deidad más importante era Marduk, el dios de la creación, la justicia y el orden. Según el mito de la creación babilónico, conocido como Enuma Elish, Marduk derrota a Tiamat, la diosa primordial del caos, y con su cuerpo crea el cielo y la tierra. Como recompensa, se convierte en el dios supremo y protector de Babilonia.
Además de Marduk, el panteón incluía a otros dioses importantes:
- Anu: dios del cielo y padre de los dioses.
- Enlil: dios del viento y las tormentas, inicialmente el dios supremo antes de Marduk.
- Ea (Enki): dios del agua y la sabiduría, protector de la humanidad.
- Ishtar (Inanna): diosa del amor, la guerra y la fertilidad, una de las más veneradas.
- Shamash: dios del sol y la justicia, asociado con la ley y el destino.
- Nergal: dios del inframundo y la destrucción.
- Tiamat: diosa del caos, representada como un dragón, cuya derrota por Marduk simboliza el triunfo del orden sobre el caos.
Templos y Culto Religioso

Los babilonios adoraban a sus dioses en zigurats, grandes templos en forma de pirámide escalonada que servían como centros religiosos y administrativos. Uno de los más famosos fue el Etemenanki, dedicado a Marduk en Babilonia, que pudo haber inspirado el mito de la Torre de Babel.
El culto religioso incluía rituales diarios realizados por sacerdotes especializados, que ofrecían sacrificios de animales, alimentos e incienso para honrar a los dioses y asegurar su favor. También se realizaban festivales como el Año Nuevo Babilónico (Akitu), en el que se recreaba el mito de Marduk y se reafirmaba el poder del rey como representante divino en la Tierra.
Creencias sobre la Vida y la Muerte
Los babilonios creían en un inframundo sombrío y desolador conocido como Irkalla, gobernado por la diosa Ereshkigal. A diferencia de las religiones posteriores que prometían recompensas o castigos en la otra vida, la visión babilónica del más allá era pesimista: los muertos se convertían en sombras sin propósito, independientemente de su conducta en vida. Por esta razón, los vivos realizaban ofrendas a sus antepasados para apaciguarlos y evitar que regresaran como espíritus molestos.
Influencia de la Religión Babilónica
La religión babilónica dejó un impacto duradero en las civilizaciones que la sucedieron. Muchas de sus creencias fueron adoptadas o reinterpretadas por los asirios, persas e incluso influyeron en la mitología hebrea y en los relatos bíblicos. Elementos como el diluvio universal, la torre de Babel y el concepto de un dios supremo organizador del cosmos pueden rastrearse hasta los mitos mesopotámicos.
La religión de Babilonia fue un reflejo de su sociedad compleja y avanzada. Con su intrincada mitología, rituales y templos impresionantes, los babilonios buscaron comprender el universo y su lugar en él, dejando un legado espiritual que aún resuena en la historia de las religiones.
Creencias Espirituales y Conocimientos Mágicos en la Antigua Babilonia
Además de su compleja mitología y sistema de templos, la religión babilónica estaba profundamente entrelazada con creencias espirituales y prácticas mágicas. Los babilonios veían el mundo como un lugar influenciado por fuerzas invisibles, tanto divinas como demoníacas, y buscaban comprender y controlar estos poderes a través de la magia, la astrología y los rituales sagrados.
Los sacerdotes babilónicos, conocidos como «ummanu», no solo eran líderes religiosos sino también guardianes del conocimiento esotérico. Su labor abarcaba la interpretación de los designios divinos, la realización de exorcismos, la curación a través de rituales y la práctica de la adivinación. La sabiduría religiosa estaba recogida en tablillas de arcilla escritas en cuneiforme, muchas de las cuales han sido descubiertas en excavaciones modernas.

Los sacerdotes se organizaban en distintos grupos especializados:
- Asipu: magos y exorcistas que se encargaban de alejar a los espíritus malignos.
- Baru: adivinos expertos en la observación de presagios y augurios.
- Kalû: cantores y músicos que participaban en los rituales sagrados.
Estos sabios servían como intermediarios entre los dioses y los humanos, interpretando señales divinas y aplicando conocimientos ocultos para garantizar el equilibrio en la sociedad.
Magia y Protección Espiritual
La magia (conocida como «šiptu») jugaba un papel fundamental en la vida babilónica. Se creía que tanto los dioses como los demonios podían influir en los asuntos humanos, por lo que era necesario realizar prácticas protectoras para evitar desgracias o enfermedades. Entre las formas más comunes de magia estaban:
- Amuletos y Talismanes: Se usaban figurillas y objetos bendecidos para alejar el mal. Uno de los amuletos más populares era el que representaba al demonio Pazuzu, quien protegía contra la diosa Lamashtu, causante de enfermedades infantiles.
- Exorcismos: Se realizaban rituales para expulsar espíritus malignos que podían poseer a las personas o causar enfermedades. Estos ritos solían incluir oraciones, fórmulas mágicas y el uso de agua purificada.
- Hechizos y Conjuros: Los textos babilónicos contienen numerosos encantamientos escritos en tablillas, usados para invocar la protección de los dioses o castigar a enemigos mediante maldiciones.
Uno de los textos más famosos de magia babilónica es la Serie Maqlû, una colección de conjuros para combatir la brujería y las influencias malignas.
Astrología y Adivinación: El Lenguaje de los Dioses
La astrología babilónica fue una de las más avanzadas del mundo antiguo y sentó las bases para la astrología occidental. Se creía que los dioses manifestaban su voluntad a través de los astros, y los sacerdotes-astrónomos observaban el cielo en busca de signos que revelaran el destino de los reyes y del pueblo.
Los babilonios dividieron el cielo en constelaciones y desarrollaron un sistema zodiacal que influenció a los griegos y posteriormente a la astrología medieval. También utilizaban métodos de adivinación como:
- La hepatoscopía: examen del hígado de los animales sacrificados para interpretar mensajes divinos.
- La oniromancia: interpretación de sueños como profecías.
- Los augurios basados en fenómenos naturales, como tormentas, eclipses o vuelos de aves.
Estos métodos no solo servían para predecir el futuro, sino que también ayudaban a tomar decisiones políticas y militares.
La Muerte y el Más Allá: Viaje al Mundo Subterráneo
El famoso Poema de Gilgamesh, una de las obras literarias más antiguas del mundo, describe la desesperación del héroe ante la muerte y su búsqueda infructuosa de la inmortalidad, reflejando la creencia babilónica en la inevitabilidad de la muerte y la imposibilidad de escapar de Irkalla.
Las creencias espirituales y mágicas de Babilonia no desaparecieron con la caída del Imperio, sino que se fusionaron con otras tradiciones. Su astrología influyó en la ciencia griega y árabe, sus mitos dejaron huella en la Biblia y sus prácticas mágicas inspiraron a la cábala y otras corrientes esotéricas.
A través de su profunda conexión con lo divino y lo oculto, la civilización babilónica dejó un gran legado espiritual.
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