El lenguaje de la Química arcaica o Alquimia, siempre ha sido simbólico, análogamente al de las religiones antiguas. En “La Doctrina Secreta” hemos demostrado que todas las cosas, en este mundo de efectos, tienen tres atributos o la síntesis triple de los siete principios. A fin de aclarar el asunto diremos que, todo esto que se encuentra aquí abajo tiene, al igual que el ser humano, tres principios y cuatro aspectos. Como el ser humano que está compuesto por un cuerpo, un alma racional y un espíritu inmortal; así cada objeto en la naturaleza tiene su parte externa objetiva, su alma vital y su chispa divina, puramente espiritual o subjetiva. La primera proposición es innegable y también la segunda, lógicamente, pues la ciencia oficial la reconoce tácitamente cuando admite
la influencia de los metales, de ciertos tipos de madera, de los minerales, de los polvos y de las drogas. El materialismo, que no tiene nada que ver con el alma del mundo, niega absolutamente la tercera proposición, es decir: la presencia de la quintaesencia absoluta en cada átomo. Que le haga bien. Siendo el materialismo una prueba irrefutable de la ceguera moral y espiritual, dejamos que los ciegos guíen a otros ciegos sin preocuparnos.

Como cualquier otra cosa, cada ciencia tiene sus tres principios fundamentales y puede ser puesta en práctica usando los tres o uno de ellos. Antes de que la Alquimia existiera como ciencia, su quintaesencia actuaba sola (como lo sigue haciendo) en las correlaciones de la naturaleza y en todos sus planos. Cuando sobre la tierra aparecieron los seres humanos dotados de inteligencia superior, la dejaron que actuara y de ella recibieron sus primeras lecciones. Sólo debían imitarla.
A fin de producir los mismos efectos a voluntad, tuvieron que desarrollar, en su constitución humana, un poder denominado, en lenguaje oculto, Kriyasakti. Esta facultad, creadora en sus efectos, es tal, sólo porque sirve de agente activo a este atributo sobre el plano objetivo. Como el pararrayo conduce el fluido eléctrico; así la facultad de Kriyasakti simplemente conduce y encauza la Quintaesencia creadora. Si se conduce azarosamente, puede matar; pero si la dirige el intelecto humano, crea siguiendo un plan premeditado.

Así nacieron la Alquimia, la Magia magnética y otras ramas sobre el árbol de la ciencia oculta. Cuando aparecieron, a su turno, las naciones que, en su egoísmo y vanidad feroces, estaban convencidas de que eran infinitamente superiores a todas las demás, pasadas y presentes; cuando el desarrollo de Kriyasakti se hizo más y más difícil y la facultad divina casi desapareció de la tierra, estas naciones olvidaron, paulatinamente, la ciencia de sus primeros antepasados. Se fueron aun más allá, rechazando la tradición de sus ascendientes antediluvianos, negando, con desdén, la presencia del espíritu y del alma en esta ciencia, la más antigua en este mundo sórdido.
De entre los tres grandes atributos de la naturaleza, estas naciones egoístas aceptaron sólo la materia o mejor dicho: su aspecto ilusorio; pues hasta los materialistas admiten que desconocen por completo la verdadera materia o sustancia y jamás la han percibido, ni siquiera de muy lejos. Así nació la Química moderna.

Todo cambia en el efecto de la evolución cíclica. El círculo perfecto se convierte en unidad, en triángulo, en cuaternario y en quinario. El principio creador, emitido de la Raíz sin Raíz de la Existencia absoluta, que no tiene principio ni fin y cuyo símbolo es la serpiente o el móvil perpetuo, que se traga su cola para llegar a su cabeza, se ha convertido en el Azoth de los Alquimistas medievales. El círculo se transforma en el triángulo, el cual emana del círculo, como Minerva de la cabeza de Júpiter. El círculo representa la hipótesis del absoluto; la línea o la pierna derecha, representa la síntesis metafísica y la izquierda la física. Cuando la madre naturaleza haya formado de su cuerpo la línea horizontal que reúne las dos líneas, éste será el despertar de la actividad cósmica. Mientras tanto, Purusha, el Espíritu, es separado de Prakriti, la naturaleza material que aun no se ha desenvuelto. Las piernas del Espíritu sólo existen en el
estado potencial, aun no puede moverse y no hay brazos a fin de trabajar en la forma objetiva de las cosas sublunares. Purusha, desprovisto de miembros, podrá empezar a construir sólo cuando monte sobre el cuello de Prakriti, la ciega, momento en que el triángulo se convertirá en el pentágono, la estrella microcósmica. Antes de que esto acontezca, Purusha y Prakriti deben pasar por el estado del cuaternario y de la cruz que engendra. Es la cruz de los magos terrenales que ostentan su símbolo deslustrado: la cruz dividida en cuatro partes y que puede leerse a voluntad como “Taro”, “Tora”, “Ator” y “Rota”. La sustancia virgen o tierra adámica, el Espíritu Santo de los antiguos Alquimistas Rosacruces, se ha convertido, con los cabalistas, los servidores de la ciencia moderna, en Na2CO3, Carbonato de Sodio y C2H6O, Alcohol ¡Oh estrella matutina, hija del alba del día, cómo te han degradado, pobre Alquimia!

H.P.Blavatsky (Extracto del artículo, La Alquimia en el siglo XIX)

Deja un comentario

Curso de Teosofía, gratuito

Esoterismo y Espiritualidad

Compartimos un Curso de Teosofía (Filosofía Esotérica y Espiritualidad), totalmente gratuito. Curso de la L.U.T