¿CUÁLES SON LOS PODERES DEL CUERPO ASTRAL?
Como se dijo en el Tema 5-A, el Cuerpo Astral (Linga Sharira en sánscrito) cuenta con un equipo completo de órganos y sentidos que son los «originales» de aquéllos que se encuentran en el cuerpo físico. Pero al estar compuestos de una materia mucho más sutil y desarrollada, sus poderes no sólo son mucho más elevados, sino que abarcan más y diferentes funciones.

Es nuestro mundo «material» lo que impone las restricciones de tiempo y espacio a nuestras percepciones. Cuando los sentidos internos son liberados de esos impedimentos, los obstáculos de tiempo y espacio dejan de existir para ellos. Las facultades de telepatía, clariaudiencia y clarividencia se vuelven entonces operaciones naturales. Cuando perciben causas ya establecidas-y cuyos resultados deben producirse-, pueden ofrecer hasta cierto nivel un punto de vista sobre el futuro, y como disponen de percepciones más amplias y profundas, proporcionan otras vías para incrementar el discernimiento del Ego, es en el Plano Astral donde se registran y almacenan las imágenes y recuerdos de todos los acontecimientos de la vida. El cuerpo astral, hecho de la misma sustancia, es capaz de contactar con estos sonidos, emociones, imágenes, etc., que para el Adepto entrenado pueden ser de gran valor. Al psíquico inexperto que no sabe cómo interpretarlos pueden ofrecerle fascinación, pero también confundirlo.

Existen muchos más poderes atribuidos al Cuerpo Astral, tales como la capacidad de
extruir un miembro del cuerpo físico, abandonar éste último y viajar a grandes distancias, hacerse visible y realizar varias otras proezas. Esto será examinado con mayor detalle en un tema posterior, pero por el momento basta decir que cualquier excursión en estas actividades es extremadamente peligrosa sin un conocimiento profundo de las leyes que rigen estos fenómenos, junto con un motivo y carácter puros.

En su artículo «Las Vestiduras del Alma», William Judge ofrece una imagen del
funcionamiento y lugar que ocupa el Cuerpo Astral como una de esas «vestiduras»:
“Así, durante las largas edades transcurridas desde que la actual evolución se originó
en este Sistema Solar, el Alma ha construido para su propio uso diferentes vestiduras,
partiendo de aquéllas muy sutiles, cercanas a su ser esencial, hasta las que están más remotas, llegando finalmente al revestimiento físico externo, el más ilusorio de todos, aunque desde el exterior parezca ser verdaderamente real. Estas vestiduras son necesarias si el Alma quiere conocer o actuar, ya que por sí sola no puede comprender completamente la naturaleza, mientras que, por medio de los diferentes revestimientos, transforma instantáneamente todas las sensaciones e ideas, hasta que en el proceso haya dirigido al cuerpo en el plano inferior, o haya logrado experiencia en aquéllo superior”.

El cuerpo astral es una de estas envolturas y tiene la función de retransmitir o traducir
cualquier sensación a la envoltura superior siguiente, y de la misma manera traduce las órdenes del Hombre Interno a los nervios, músculos, etc. del individuo físico. Aunque el Cuerpo Astral contiene todos los órganos y sentidos, la cobertura material y tosca es necesaria para que el Ego contacte con la vida en este plano físico.

¿HEMOS EXISTIDO ALGUNA VEZ SIN EL CUERPO FÍSICO?
Así es. Hubo un tiempo en que el astral era el vehículo más externo que necesitábamos,
ya que la materia misma estaba todavía en estado astral. Llegará un momento en que la
humanidad, colectivamente, verá a través de la ilusión material y volveremos a operar en estos cuerpos más sutiles, aunque ahora ya hay quienes han avanzado hasta ese nivel, y que viven y actúan desde dicho plano interno y en sus cuerpos astrales. Estos son los Adeptos, Maestros, etc., que actualmente no tienen necesidad de vehículos físicos, pero continúan su trabajo en niveles internos. Sin embargo, hay entre ellos que toman cuerpos físicos para comunicarse directamente con seres en nuestro plano. Tal y como se nos ha enseñado, en estos casos Ellos pueden abandonar el cuerpo cuando sea necesario y pueden operar igualmente en cualquiera de ambos estratos.

¿PODEMOS MEJORAR O CONTAMINAR EL CUERPO ASTRAL?
Una vez que el Cuerpo Astral está en funcionamiento, es extremadamente difícil alterarlo en cualquier grado. Sin embargo, como este componente es el verdadero cuerpo físico y está sujeto tanto a actividades de naturaleza Kámica como aquéllas de la mente inferior, es posible contaminarlo con pensamientos y emociones mezquinos y groseros. También es posible bloquear el funcionamiento de esos sentidos astrales internos. Y esto tiene lugar, principalmente al no creer que existan o que “no hay un Ser Interno”. Ya sea por falta de conocimiento o prejuicios materialistas, hemos desarrollado un apego hacia las cosas que son objeto de los sentidos físicos. Esta dirección tiene el efecto de cerrar los sentidos internos a los externos o tangibles, limitando así su plena efectividad. En el Bhagavad-Gita, Krishna habla del valor del desapego a los resultados de nuestros actos como clave para obtener la percepción de lo Supremo.

El punto de vista más positivo en este asunto es que la Filosofía nos habla de una
manera en que el Cuerpo Astral puede realmente ser alterado o purificado. Se trata de
construir un Cuerpo Astral permanente a través del control (concentración), y a esto se le otorga una considerable atención, ya que es un procedimiento que todos tendremos que comenzar en algún momento. Es a tal efecto que un determinado individuo crea un Cuerpo Astral que pueda ser guardado de una vida a otra, junto con sus recuerdos y poderes. Esto es lo que Robert Crosbie nos dice al respecto en El Filósofo amigo:
“Tan pronto como comencemos a hacer un esfuerzo para controlar la mente y deseemos conocer y tomar la posición del ser interno, dicho esfuerzo y la posición asumida nos permitirán alcanzar poder y firmeza. Hemos despertado algo en el cuerpo astral. Los que previamente eran centros de fuerza alrededor de los cuales se formaban los órganos, ahora empiezan a desarrollarse como órganos astrales distintos, cuya construcción gradual ocurre dentro de nosotros hasta que, al final de nuestro esfuerzo, tengamos un cuerpo astral con los órganos físicos totalmente sintetizados y las vicisitudes de la vida no nos afectarán más, pues tendremos el poder de obrar del cuerpo astral. Esto, en su plano, es más completo y eficaz que nuestro instrumento físico en la esfera objetiva, teniendo un campo de acción más amplio, gracias a sus siete super-sentidos, mientras que físicamente sólo tenemos cinco sentidos”.

¿HAY MÁS DE UN CUERPO ASTRAL?
El cuerpo físico es el instrumento para la expresión de un sólo estado de conciencia,
aquél con que funcionamos día a día. Pero el Cuerpo Astral debe cubrir un mayor rango de actividad. Tiene que proveer tanto la sustancia como los poderes para la expresión de varios estados de conciencia, y para los diversos principios internos del hombre septenario. Debido a que las fases de una vida son variadas, las demandas de instrumentos especializados son igualmente múltiples. En algunos lugares de las Enseñanzas se afirma que hay varios cuerpos astrales y en otros se consigna que existe un astral con varios aspectos. Más allá de esto se indica que cuando una tarea es completada, un cuerpo particular puede modificarse para responder a una nueva exigencia.

En las últimas páginas de «Preguntas y respuestas al Océano de la Teosofía» , Robert
Crosbie ofrece estas interesantes declaraciones:
“’Cuerpo Astral’ es meramente un término genérico. El término ‘astral’ se utiliza para todo aquello más allá de lo físico. Pero debe entenderse que al igual que en el ámbito material tenemos tierra, agua, aire y fuego como divisiones de éste, también a nivel astral tenemos distinciones similares. La forma astral que corresponde a la Tierra permanece con el cuerpo físico y se disipa con él. El que corresponde al agua es el estado de sustancia astral que forma el kama-rupa; la análoga al aire es el cuerpo manásico, y lo equivalente al fuego es el asiento de la conciencia, o cuerpo del pensador”.

Hay otras maneras de categorizar los diversos aspectos de este cuerpo, pero basta decir
que «Cuerpo Astral» es el nombre dado a un principio físico interno más fino, que por su
naturaleza inteligente y plástica es capaz de desempeñar una serie de funciones como
transmisor y traductor entre el lado espiritual del individuo y su envoltura física.

¿LA CIENCIA DE HOY ESTÁ MÁS CERCA DE ACEPTAR EL CUERPO ASTRAL COMO UN HECHO?
La historia nos muestra que la institucionalidad científica tiene problemas para aceptar
cualquier idea nueva que le imponga un cambio radical en la estructura de su disciplina.
Seguramente esta aceptación vendrá sólo cuando otro ámbito-psicología, medicina, etc. considere este cuerpo como un componente que puede arrojar luz sobre su propia
investigación. Sin embargo, hay algunos científicos que se han acercado a la posición teosófica, y siguen haciéndolo. Los más notables fueron los doctores H.S. Burr y F.S.C. Northrop de la Universidad de Yale, quienes en 1939 presentaron los resultados de experimentos basados en una «teoría electrodinámica de la vida».

A continuación reseñamos algunas declaraciones, tal y como aparecen en un artículo a cargo del Editor Científico del New York Times (abril 25 de 1939).

“En los cuerpos de seres vivos existe un arquitecto eléctrico que moldea y fabrica al
individuo a partir de un patrón específico predeterminado, y permanece dentro del cuerpo desde las etapas pre-embrionarias hasta la muerte. Todo lo demás en el cuerpo experimenta un cambio constante; las miríadas de células individuales con que está hecho el cuerpo, exceptuando las cerebrales, envejecen y mueren para ser reemplazadas por otras células; pero el arquitecto eléctrico es la única constante a lo largo de la vida, construyendo las células nuevas y organizándolas de acuerdo al mismo patrón de las originales, y así, en un sentido literal, recreando constantemente el
cuerpo. La muerte sobreviene al individuo luego que el arquitecto eléctrico en su interior deja de funcionar.

El arquitecto eléctrico promete un nuevo acercamiento a la comprensión de la naturaleza de la vida y los procesos vivientes. Indica que cada organismo vivo posee un campo electrodinámico, así como el imán emite en derredor un campo magnético de fuerza. De manera similar y según el doctor Burr, la evidencia experimental muestra que cada especie animal y muy probablemente también los individuos dentro de ella tienen su campo eléctrico característico, análogo a las líneas de fuerza de un imán”.

La ciencia está empezando a tomar más en serio la existencia de un cuerpo patrón
electromagnético que inter-penetra al físico. El doctor Rupert Sheldrake no estaba satisfecho con el enfoque ortodoxo de la biología, y presentó una idea basada en el astral que explica fenómenos tan variados como la telepatía, cómo se forman y regeneran los miembros, o de qué manera los perros y las palomas mensajeras encuentran sus hogares, incluso cuando están a kilómetros de distancia.
En Una Nueva Ciencia de la Vida, Sheldrake sostuvo que lo que él llama “campos
morfogenéticos”
sí tiene efectos físicos medibles; esos estratos son responsables de la forma característica y organización de sistemas a todos los niveles de complejidad e imponen «patrones de restricción en los posibles resultados del proceso físico».

¿QUÉ LE SUCEDE AL CUERPO ASTRAL EN LA MUERTE?
A la muerte del organismo físico, el aspecto más bajo del Cuerpo Astral se desintegra
junto con aquél, y constituye el «campo» que forma el molde para las moléculas físicas. La muerte natural se produce por disolución de la fuerza cohesiva en el astral, siendo esto el fantasma que se ve a menudo sobre las tumbas poco después del entierro.

Otro aspecto de este componente es Kama Rupa, que significa “cuerpo de deseos”. Se
llama así porque es un cuerpo formado en la muerte como vehículo temporal para las pasiones y los deseos que se marchan. Tiene una vida más larga que el mencionado anteriormente, pero también quedará sujeto a la desintegración tan pronto como el Humano Real-Tríada Superior se haya desprendido por completo de esta naturaleza, o cuarto principio de todo individuo.

En el Glosario Teosófico, H.P.B. dice:
“En ella, el pálido duplicado del hombre que fué, vegeta durante cierto período de tiempo, cuya duración es variable y proporcionada al elemento de materialidad que ha
quedado en él, y está determinada por la pasada vida del difunto. Privado como se halla de su mente superior, espíritu y sentidos físicos, si queda abandonado a sus propios
designios insensatos, se desintegrará y desvanecerá de un modo gradual».

Esto es lo que ha sido denominado «espectro», y es lo que suele aparecer en sesiones espiritistas, ya que puede ser revitalizado por el médium y compelido a entregar los recuerdos que residen en su banco de memoria. No es el Espíritu del muerto.
El Espíritu ha partido y no puede ser alcanzado por medio de ninguna práctica en este plano material.

En uno de los últimos Temas habrá más sobre esto, y otros «prodigios psíquicos» que tienen su explicación en el mundo astral.

(Los egipcios creían que un aspecto del cuerpo (que llamaban Bâ, un pájaro de cabeza humana) volaba de la tumba al morir. No hay equivalente en Teosofía, pero puede considerarse que lo que se fusiona al morir con el Cuerpo Astral y continúa para formar el Kama-Rupa, puede ser el principio del deseo (Kama) o el Aliento de Vida (Prana).)

¿QUÉ PAPEL JUEGA EL PRINCIPIO DE LAS PASIONES Y LOS DESEOS?
La Teosofía hace hincapié en el hecho de que Kama (pasión y deseo) no es causado por
el cuerpo o «la carne», sino que es un principio en sí mismo, y existe antes de que se genere la cobertura física. Es el cuarto principio en la constitución septenaria humana, y, como dijimos antes, es el principio del balance a partir del cual los caminos suben o bajan. William Judge lo llama base de la acción e impulsor de voluntad, “pues si queremos actuar bien o mal, primero ha de despertarse en nosotros el deseo de cualquiera de ambas cosas. El hombre bueno que finalmente se convierte incluso en sabio ha tenido que despertar, en algún momento de sus muchas vidas, el deseo de la compañía de individuos sagrados y mantener vivo ese anhelo de progreso para continuar». A Kama se le ha llamado deseo personal y también malvado, ya que
es el apego a los deseos que se interpone en la senda de nuestro avance espiritual.
Pero hay otro lado de Kama que no debe pasarse por alto. De nuevo, el Glosario
Teosófico
señala en la página 380:

«Kama es el primer deseo consciente y omniabarcante del bien universal y el amor; y para todo lo que vive, siente, necesita ayuda y amabilidad, el primer sentimiento de compasión infinita y misericordia que surgió en la conciencia de la FUERZA UNA creadora, tan pronto como entró a la vida y la existencia como un rayo de lo ABSOLUTO
(…) Kama es preeminentemente el deseo divino de crear felicidad y amor, y sólo siglos más tarde, cuando la humanidad comenzó a materializarse por la antropomorfización de sus ideales más grandiosos hacia dogmas cercenados y secos, Kama se convirtió
en el poder que gratifica el deseo en el plano animal».
“Kamadeva”, Glosario Teosófico

Podemos ver que Kama tiene dos aspectos, uno bajo y otro elevado. Cuando nuestra
conciencia se sitúa enteramente por debajo en el cuerpo y las cosas materiales, la tendencia es estimular nuestra naturaleza animal y fortalecer su dominio sobre nosotros. Por el contrario, cuando nuestra conciencia se centra en aspiraciones más nobles o deseos desinteresados, entonces Kama se transforma y la fuerza del Espíritu viene desde nuestra naturaleza búddhica.

El apego a los anhelos egoístas limita el rango de nuestras percepciones a nada más que el mundo y los sentidos físicos. Liberarnos de este apego nos abre a toda la gama de nuestros sentidos internos y al discernimiento de la naturaleza búddhica, ese buen juicio que es compendio de innumerables vidas.

En el estado actual se puede decir que Kama (el 4° contando desde abajo hacia arriba) y
Buddhi (el 6°) son un par de opuestos con respecto a Manas (5°) que permanece en el
centro. De este modo, somos los Manas o Egos que hacen de Kama (4°) una fuerza constructiva o destructiva. Kama representa la fuerza energética de la Materia (1°) en acción y depende de cómo usemos esa fuerza avanzamos en nuestra evolución o derivamos hacia el otro sentido. En la siguiente cita se describe una imagen valiosa de las pasiones y los deseos y su lugar en nuestras vidas:


“La pasión y el deseo (4°), conjuntamente con el cuerpo-modelo astral (2°), existen tanto en hombres como en animales, así como también en el reino vegetal, aunque en este último tenuemente desarrollados. En un cierto período de la evolución ningún otro principio material adicional se había desarrollado, y los tres principios superiores de Mente, Alma y Espíritu, estaban simplemente latentes. Hasta este punto el hombre y el animal se encontraban al mismo nivel, porque lo bruto en nosotros se compone de las pasiones y del cuerpo astral. El desarrollo del germen de la Mente formó al hombre, porque ello es lo que constituye la gran diferencia. El Dios interno comienza con Manas, o la mente, y es ese conflicto entre este Dios y el bruto inferior, acerca del cual la Teosofía nos habla y previene.

    El principio inferior es llamado malo, sólo porque en comparación con el superior lo es; pero, aun así, el inferior es la base y medio de toda acción. No podemos elevarnos a menos que el mismo se afirme primero en el deseo de mejorar. En este aspecto, al yo inferior se le llama Rajas o cualidad activa y mala, en contraposición a Tamas, o cualidad de las sombras y la indiferencia.
    La elevación no es posible a menos que Rajas esté presente para dar el impulso; y por el
    ejercicio de este principio de pasión, todas las cualidades superiores son movidas finalmente a purificar y elevar nuestros deseos, a tal grado que éstos puedan estar continuamente basados en la verdad y el espíritu.
    Con esto, la Teosofía no indica que las pasiones deben ser saciadas, pues una doctrina más perniciosa que ésa jamás pudo existir; el precepto es que se haga uso de la actividad generada por el cuarto principio, con el fin de elevarnos constantemente y de no caer bajo el dominio de la cualidad tenebrosa que termina con la aniquilación, habiendo comenzado con el egoísmo y la indiferencia”.
    El Océano de la Teosofía.

    La Teosofía nos dice que si queremos poner en movimiento y dirigir la voluntad, primero
    debemos despertar el deseo; no el de la naturaleza inferior, sino la aspiración de una vida de servicio a la humanidad. Incluso se sostiene que, en algún tiempo pasado, Buda y Jesús tuvieron que despertar en Ellos el deseo de ayudar al mundo, y debieron mantener vivo dicho anhelo mediante muchas encarnaciones de esfuerzo.

    Escuchamos a menudo el valor y el poder de una promesa. Gran parte de esto radica en
    la formulación clara de la intención y el rechazo de objetivos contradictorios. Pero más allá de esto, debe existir la voluntad de hacer el esfuerzo necesario para cumplir con sus implicaciones.

    Esta es la regeneración o espiritualización del principio Kámico o deseo.
    Quisiéramos recomendar también cuatro artículos en relación con estos temas, y ofrecer algunas ideas interesantes y útiles para la construcción del «tabernáculo humano». Estos son:

    «La Cultura de la Concentración»del Folleto de Judge Nº 11,

    “El Hombre Interior”, «Mesmerismo», «Hipnotismo», » Vestiduras del Alma» del Folleto Judge Nº16, “El Mesmerismo y el Hipnotismo”

    Estos artículos pueden ser encontrados en el primer volumen de «William Q. Judge’s
    Artículos Teosóficos (Ver BIBLIOTECA en Contactos)

    ¿ES LA VIDA EN LA NATURALEZA UNA CAUSA O UN EFECTO DE LA MATERIA?
    En la Universidad de Yale, los doctores Burr y Northrop publicaron La Teoría
    Electrodinámica de la Vida
    en 1935, que propuso bases eléctricas para la vida. Burr fue un investigador original y pionero en su ámbito, y simultáneamente Einstein propuso que los «campos» pueden explicar el comportamiento de fenómenos físicos de modo más satisfactorio que las cargas eléctricas y partículas materiales. A Burr se le conoce por medir corrientes eléctricas en el cultivo de maíz y concluir que «la electricidad parece llenar la brecha entre el mundo inerte y la materia viva (…) la electricidad es uno de los factores fundamentales en todos los sistemas vivos».
    El libro de Burr The Nature of Man and the Meaning of Existence (1962) era un ataque contra la filosofía materialista. En él su autor planteó que existe un orden en el Universo, unidad en el organismo y que el hombre está dotado de un alma. En su obra Blueprint for Immortality-publicada hacia el final de su carrera, aunque basándose en el trabajo de décadas- sostuvo que los campos electrodinámicos de todos los seres vivos, que pueden medirse y cartografiarse con voltímetros estándar, modelan y controlan el desarrollo de cada organismo, salud y estado de ánimo. Él llamó a estas injerencias «campos de vida» o L-Fields.

    En la apertura de su tratado escribe sobre la diferencia entre el enfoque holístico griego y los reduccionistas modernos: el primero «concibe la Naturaleza en términos de causas formales; la ciencia moderna en términos de causas materiales». El primero es psico espiritual, el otro físico-material. Para más información sobre estos aspectos del Astral, véase: http://www.wisdomworld.org/additional/TheAstralBody-HistoricalStudies/SeriesNumber7-of-8.htm

    (Tema 5B. Los poderes del cuerpo astral. Curso de L.U.T. Versión Abril 2024)

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